El título de la exposición es el de un tratado místico del siglo XVI, un manual de oración metódica escrito en lengua vulgar por García Jiménez de Cisneros, abad de Montserrat, y donde se desarrolla el programa de las Tres Vías, que llevan desde lo bajo a lo más alto.

Dietario de escalada

Jiménez de Cisneros usa la imagen de la ascensión a la montaña, y esta idea la incorpora Lluís Hortalà a su trabajo, revisando su experiencia de alpinista como algo paralelo a su obra plástica, como algo parecido, en sus palabras, a un «viaje espiritual de ascensión contemplativa a través de los sentidos». Un viaje que tiene sus peligros y donde acechan las tentaciones. En su particular Exercitatorio, la representación del paisaje es también un dietario de escalada.

Hortalà maneja en todas las obras de la serie imágenes canónicas e inconfundibles de Montserrat, unas montañas que conoce bien, a las que suma ahora una reflexión sobre lo legendario y lo colectivo, a la «visión del ojo» como «visión‑espejo» de las miradas acumuladas. Esta reflexión, no obstante, es visual, narrativa e incluso física. Y contiene otra sobre el propio medio de producción de las imágenes, una meditación indistinguible de la práctica o ejercicio.

Mirada de escultor

Lluís Hortalá, que mantiene su mirada de escultor, habla de Montserrat como de una Gliptoteca. Las montañas, particularizadas, bautizadas con nombres literarios, se convierten en personajes. A esta humanización de la naturaleza alude el título de Falacia Patética (prestado por el crítico Alejandro J. Ratia, que se lo pidió a su vez a Ruskin vía Rosenblum), que Hortalà emplea en algunos de sus dibujos al carbón más ambiciosos. En ellos, la minuciosidad en el detalle geológico, dramatizada con el uso de luces y sombras, crea la apariencia humana. Sus esculturas/banco situadas frente a los dibujos aluden al mecanismo de la contemplación y su contexto cultural, pero el visitante podrá comprobar en las secuencias que le ofrece la obra de animación y en los dibujos seriados titulados Montserrat cómo la farsa y el engaño forman parte también de la representación. 

Madrid. Lluís Hortalá. Exercitatorio. Fúcares.

Del 29 de enero al 12 de marzo de 2011.

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