Es a finales del XIX y principios del XX cuando el dibujo cumple su mayoría de edad y, a partir de este momento, empieza a ser considerado como forma de expresión artística. El dibujo deja de ser un mediador, se convierte en obra de arte singular y autónoma y desde entonces nunca ha dejado de serlo.

imagen-interior_tcm164-140577El recorrido por la muestra se inicia con dibujos de aquellos artistas que, como Edgar Degas, Auguste Rodin, Egon Schiele o Pablo Picasso sentarán las bases del arte del nuevo siglo XX que estaba por llegar; pues desde 1900 se produjeron diversas transformaciones y un proceso de renovación que desembocaría directamente en lo que hoy conocemos como modernidad.

El dibujo recibió la influencia de las corrientes pictóricas como muestra el cubismo en los dibujos de Picasso, Juan Gris o André Lhote, el dadaísmo en las obras de Alexander Archipenko o Kurt Schwitters o el surrealismo en los dibujos de Salvador Dalí, Joan Miró, Luis Fernández u Óscar Domínguez. Las relaciones entre Francia y España se tradujeron en una fuerte impronta surrealista en España que se extendería en el tiempo y que caminaría junto con otras tendencias hasta la década de los cincuenta del siglo pasado. Esta influencia se puede apreciar en los dibujos de Julio González y Alberto Sánchez o en las obras ya informalistas de Tàpies y Chillida.

Desde 1997, la Fundación Mapfre ha centrado sus esfuerzos en la recuperación de la obra sobre papel de aquellos artistas y movimientos relevantes para apreciar la evolución y usos del dibujo y la pintura tanto en España como en Europa.

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