En la muestra se exhibe una selección de más de 80 obras, muchas de ellas seriadas y algunas inéditas, trasladadas directamente desde su taller de trabajo en Am Burgberg, la casa familiar de Hamburgo en la que vivió la artista.

Con el propósito de ofrecer una visión más amplia de su obra se incluye también un conjunto representativo de sus trabajos de escritura numérica, composiciones musicales y secuencias de calendario, ya que la obra de Darboven ha estado siempre marcada por las matemáticas y el tiempo como ejes fundamentales.

De este modo, y sin ánimo de recrear el estudio en su conjunto, se quiere ahondar en la lógica interna que une cada uno de sus elementos, frente a la aleatoriedad sobre la que cabría pensar que ha sido construido.

En ambos ámbitos de actuación –el acopio de objetos y la insistencia en la estructura reticular y la cuadrícula–, Darboven se propuso retener y reconstruir el tiempo mediante meta-arquitecturas donde lo temporal, en su despliegue, invade el ámbito espacial.

Ambientes de trabajo

El tiempo y las cosas. La casa-estudio de Hanne Darboven se aleja de las muestras retrospectivas y reproduce una serie de ambientes ligados al trabajo de la artista, marcando un itinerario que permite descubrir un lugar y cada uno de los momentos acumulados. En la exposición se recogen algunas de las obras nunca expuestas de Darboven, como la serie Kosmos (1985).

A lo largo del recorrido se ofrece al visitante una visión global del trabajo de la artista alemana, desde sus inicios en 1960-1965, con sus paneles de madera, tornillos y pintura, en los que se aprecia su personal sistema de representación basado en la serie y la secuencia.

Una segunda etapa será la que abarca de 1966 a 1968, que se corresponde con su estancia en Nueva York y que supuso una época determinante para Darboven, ya que sirvió para configurar su lenguaje expresivo. Destacan en este sentido la mesa en la que comenzó a dibujar construcciones geométricas y a anotar al margen números y pequeñas flechas que describen transformaciones geométricas.

Tras la muerte del padre

Otro espacio de la exposición se centra en el trabajo de la artista a su regreso a Hamburgo en 1968, tras la muerte de su padre. Es allí donde crea la serie de «calendarios» que, de 1971 a 2008, Darboven fue colgando y llenando de citas, fechas de aniversario, viajes y otras anotaciones. En este momento comienza también a utilizar la técnica de transcribir y citar obras literarias y filosóficas, libros de historia, la enciclopedia Brockhaus o la prensa diaria.

La muestra dedica un apartado a las composiciones musicales que realizó la artista. A mediados de 1968 desarrolló los llamados «cálculos de fechas», en los que reemplazaba las tablas de series numéricas que había sacado de las construcciones de Nueva York por las cifras de la fecha del día. Posteriormente aplicó su sistema de cálculo a la música.

Finalmente, la exposición recoge los ambientes de estudio ubicados en la torre de la casa familiar, donde Darboven trabajó durante 10 años, entre 1975 y 1985, y donde creó algunas de sus obras más relevantes, como Milieu (1980) o Hommage à Picasso (1995/2006). La muestra se cierra con Kästchenmodelle (2007), las series de bloques de madera y variaciones en las que la artista trabajó durante los últimos años de su vida.

Hanne Darboven

Hanne Darboven. Foto: Darboven Foundation.Hanne Darboven (Múnich, 1941- Hamburgo, 2009) fue hasta su fallecimiento una de las artistas alemanas más importantes desde los años 60, produciendo durante décadas «construcciones numéricas» realizadas a mano como medio de expresión fundamental.

Para esta artista conceptual, los números no sólo representaban un lenguaje artificial universal sino que le permitían registrar el paso del tiempo. En 1973 comenzó a incluir en sus obras textos de diversos autores como Heinrich Heine y Jean-Paul Sartre, y ya en 1978 incorporaba en ellas documentación visual como fotografías y objetos diversos que encontraba, adquiría o recibía como regalo. Estos elementos adicionales le permitieron explorar aspectos específicos y diferentes del tiempo y de la historia –incluso una versión abstracta de la biografía– permaneciendo fiel a su enfoque conceptual y formal.