El trabajo de Sueskun se ha mantenido persistente en un lenguaje geométrico, atento a evocaciones de lo cotidiano, lo leve y lo cercano. La artista extrae la potencia formal de materiales prefabricados y objetos manufacturados, revelando sus cualidades táctiles y evocadoras.
Las obras de esta muestra comisariada por la también escultora Txaro Fontalba no se presentan siguiendo un recorrido cronológico o por etapas, sino agrupadas en conjuntos o constelaciones, según criterios que no responden a lo temático, sino a modos de hacer con los materiales, el lenguaje formal y los objetos.

Mertxe Sueskun. Fotografía: José Luis Larrión.
Además de destacar la singularidad del trabajo artístico de Sueskun y sus aportaciones en el ámbito de la escultura, en el que pronto se decanta por la escultura tejida y el arte realizado mediante el reciclaje de materiales, la exposición busca subrayar su amplia e intensa trayectoria y contrarrestar su discreta presencia —o incluso exclusión— en el contexto artístico navarro. De hecho, esta es la primera muestra que revisa su producción desde finales de los años ochenta hasta hoy.
La propia artista ha prestado prácticamente todas las obras expuestas, a las que se une una cesión particular y las dos piezas adquiridas por el Museo de Navarra en 2021.
Jugando, cuento / Jostatuz, kontatu egiten dut propone una lectura de la obra de Sueskun desde perspectivas actuales de la crítica y la filosofía contemporánea, como el llamado “giro material”, que plantea una reconsideración de la materialidad de la obra y de la agencia de las cosas.
Para la ocasión se ha editado un catálogo, disponible en la tienda del Museo de Navarra, que en sus 120 páginas incluye textos de Txaro Fontalba y Ane Lekuona. Las fotografías que lo ilustran han sido realizadas por José Luis Larrión, junto con algunas imágenes procedentes del archivo personal de la artista.
El programa complementario de la exposición incluye visitas guiadas los domingos por la mañana, talleres familiares los sábados por la tarde durante el mes de mayo, y una mesa redonda, cuyos detalles se anunciarán próximamente.
Una mirada cómplice
Para la comisaria de la exposición, Txaro Fontalba, «este proyecto es una aportación subjetiva, desde un conocimiento situado, desde alguien que también se dedica al quehacer artístico en el campo de la escultura y que espera que su perspectiva sea una mirada cómplice que aporte un conocimiento implicado». Por su parte, Rebeca Esnaola, consejera de Cultura, Deporte y Turismo de Navarra, destaca que con este tipo de muestras «el Museo de Navarra ratifica su apoyo a los y las creadoras navarras, visibilizando su obra y acercándola al público». Esnaola también resalta el gusto de Sueskun por las formas elementales y esenciales, algo que se ha convertido en seña de identidad de una escultora que «destaca en sus creaciones de objetos descontextualizados de uso cotidiano y doméstico, que nos trasladan a evocaciones sentimentales, e incluso a una reflexión más profunda y compleja del mundo».