Para Manuel Segade, director del Museo, «es una gran alegría contar con la presencia de un artista fundamental en América Latina, punta de lanza en un país crucial para el arte, cuya obra reúne fuerza política, aliento poético y una sensibilidad muy especial». La presidenta de TBA21, Francesca Thyssen, recuerda su larga relación personal y profesional con el artista: «Hoy celebramos ese camino increíble. Naufus empezó a mostrar obras sobre la guerra civil guatemalteca a los 14 años, y hoy es reconocido por esta gran institución».
Comisariada por Soledad Liaño, la exposición incluye una selección de obras creadas en la última década: 15 proyectos entre los que hay instalaciones escultóricas, performance, vídeos, dibujos e instalaciones escenográficas como Lugar de Consuelo, prestada por el MoMA. En cuanto a su título, Espectros luminosos, su comisaria explica que se refiere a los «fantasmas que transitan y pueblan la obra de Naufus en relación con la memoria que clama por su reparación, partiendo de vivencias personales que extrapola y convierte en temáticas universales».
Ramírez-Figueroa destaca el largo camino recorrido hasta esta exposición, en la que presenta Cuna y Arrullo, que habla de su propia vida: «Una obra biográfica sobre estas instituciones por las que pasan niños desplazados por las guerras y que me hace empatizar con otras poblaciones que están pasando por ello».
La obra de Ramírez-Figueroa pretende conectar los hilos rotos de la memoria y los momentos perdidos o distorsionados por la vorágine de la historia. Basado en una profunda investigación de las tradiciones orales y populares, su trabajo está muy influenciado por la convulsa historia de su país, Guatemala, marcada por la violencia y los conflictos armados, especialmente la guerra civil (1960-96), que obligó a su familia a exiliarse en Vancouver (Canadá) en los años ochenta. A través de su arte, Naufus, en un ejercicio que cobra total actualidad, cuestiona los relatos establecidos y lo utiliza para hacer visible el sinsentido de la violencia colonial y las guerras, que están inexorablemente unidas a la crueldad, el desarraigo y el genocidio.
Más allá de su experiencia personal e incluso del contexto guatemalteco, el artista aborda temas colectivos como la identidad, el cuerpo y la historia cultural. La infancia es un tema recurrente en su trabajo, una referencia autobiográfica que utiliza para abordar asuntos más globales. Lo hace en obras como Illusions of Matter (La ilusión de la materia, 2015), Cuna y arrullo (2025) o Life in His Mouth, Death Cradles Her Arm (Vida en su boca, la muerte acuna su brazo, 2016). También atraviesan su obra otras temáticas como las guerras, los autoritarismos, la violencia colonial, las teorías conspirativas o el exilio.
El protocolo firmado entre el Museo Reina Sofía y la Fundación TBA21 contempla la producción conjunta de la serie Cuna y Arrullo. También incluye el encargo de una performance, De espiral en espiral, creada también para la ocasión por el artista, que se llevará a cabo en el Museo el 11 de septiembre. De espiral en espiral entrelazará la historia colonial europea con las memorias íntimas del linaje familiar del artista, revisitando la producción y el uso de los naipes.
Consulte la hoja de sala: Naufus Ramírez-Figueroa. Espectros luminosos