Entre sus
principales películas –dirigió más de 80 para cine y televisión– están El bello Sergio (1958); Los primos (1958),
Landrú
(1962), La mujer infiel (1968), Accidente sin huella (1969), El
carnicero
(1969), Al anochecer (1971), La década prodigiosa (1971), Relaciones sangrientas (1972), Inocentes con manos sucias (1974), Locuras de un matrimonio burgués (1976), Violette Nozière (1979), El
caballo del orgullo
(1980), Merci pour le chocolat (2001) y Bel ami
(2009).

Comienzo como crítico

Chabrol –al igual que Eric Rohmer, François Truffaut y Jacques Rivette– comenzó como crítico de la prestigiosa revista Cahiers du cinema, hasta que una herencia le permitió llevar a cabo su primer largometraje, El bello Sergio, estrenada en 1958. Luego llegaron Los Primos (1958), Oso de Oro del Festival de Berlín y Una doble vida (1959). Estas tres películas, junto con Los 400 golpes, de Truffaut, y Al final de la escapada, de Godard, se considera que marcaron el inicio de la Nouvelle Vague (nueva ola).

Simpático y abierto, era un amante del comer mucho y bien. En los rodajes de sus películas era obligatorio contar para todo el equipo con un servicio de comidas acorde con el apetito y el paladar del director y se rumoreaba que incluso elegía los lugares de sus rodajes en función de la proximidad a algún restaurante de su gusto.

Cruel con la burguesía

Chabrol adoraba describir los defectos de la burguesía provinciana con la misma glotonería que ponía para saborear la cocina, pintando con crueldad las costumbres y comportamientos de esa peculiar clase social, con sus escándalos encubiertos tras una fachada de respetabilidad.

"Cada vez que desaparece un director, una manera particular de mirar
el mundo y una expresión de nuestra humanidad se pierde para siempre",
señaló en un comunicado la Asociación de Directores de Cine de Francia. Descanse en paz.