Estos y otros muchos datos son «motivo para el orgullo, pero no puede significar autocomplacencia», afirmó Luis García Montero, el director del Cervantes. «Hay que trabajar para reforzar nuestro peso en el mundo, buscando puntos de apoyo para consolidar su prestigio y su presencia en la ciencia y la tecnología, sin basar el crecimiento del español solo en la demografía de los países hispanohablantes».

El Anuario se abre con el exhaustivo estudio El español: una lengua viva. Informe 2023, que como cada año ha elaborado David Fernández Vítores. En él destaca el dato de los casi 500 millones de personas (499.947.796) que tienen el español como lengua materna (el pasado año se superaron los 496 millones), lo que supone el 6,2 % de la población mundial). La cifra total de usuarios potenciales roza los 600 millones (599.405.122) si a las personas con dominio nativo se les suman los usuarios de competencia limitada (76.422.128) y los aprendices como segunda lengua o como lengua extranjera (23.035.198).

El número de hispanohablantes seguirá creciendo en las próximas cinco décadas, pero su peso relativo disminuirá de manera progresiva de aquí a final de siglo. En 2100, solo el 6,4 % de la población mundial podrá comunicarse en español.