A pesar de estas circunstancias, muchas casas solariegas de Inglaterra están sufriendo un inesperado y feroz ataque en busca de piezas destacadas de porcelana, con un total de al menos 21 casos importantes en los últimos tres años.

La lista de afectados ha sido elaborada por Dick Ellis, antiguo director de la Unidad de Arte y Antigüedades de Scotland Yard a petición de la compañía de seguros Ecclesiastical Insurance Group que está investigando el caso más grave, el robo en una mansión de Firle Place en Sussex, un caserón del siglo XVIII al que el pasado verano accedieron a través de las ventanas, llevándose un total de 20 piezas, entre ellas una valorada en 600.000 euros. Hasta ahora ninguna de las piezas ha sido recuperada.

El cómputo total de delitos incluye 21 robos importantes desde 2007, con otros 15 intentos de robo, la mayoría en casas de campo que habitualmente se encuentran abiertas al público, entre las cuales se incluye Sutton Park – el hogar de Sir Reginald Sheffield, el padre de Samantha Cameron, esposa del actual primer ministro británico – una edificación Georgiana que fue asaltada el pasado el 21 de mayo de 2009.

Toma la porcelana y corre

Dick Ellis cree que los ladrones se deshacen de la porcelana con mucha rapidez: "En lugar de ocultarlas e irlas sacando al mercado poco a poco, la tendencia reciente parece ser la eliminación instantánea", dice Ellis.

La mayoría de las piezas robadas no se han recuperado, lo que lleva a Ellis a sospechar que muchas han ido trasladadas al extranjero, principalmente a Europa, donde las piezas Meissen y Sèvres son muy valoradas por los coleccionistas. Con toda probabilidad los objetos robados son puestos primero a la venta en cualquiera de las ferias de antigüedades de Inglaterra a los pocos días de haber sido sustraídos, para desde allí pasar al continente a través de compradores europeos que desconocen el origen delictivo de la pieza.