Rechazado por varios dueños debido a su carácter salvaje, Uggie fue rescatado de la perrera por Omar von Muller, entrenador de animales que se convertiría en su aliado inseparable. El propio Von Muller fue quien informó a la prensa sobre el fallecimiento del can, una decisión inevitable, aseguraba, teniendo en cuenta el delicado estado de salud en el que se encontraba. «Siempre le llevaré en mi corazón», declaró.

Su carrera

Los primeros escarceos de Uggie con el mundo del espectáculo fueron anuncios televisivos y papeles menores y anónimos en películas como What’s up, Scarlet? (su primer trabajo cinematográfico), Wassup Rockers y Mr. Fix It.

El año 2011 sería su momento de gloria. En Agua para elefantes, en la que compartió plano con Robert Pattinson y Reese Witherspoon, consiguió por fin un rol con nombre (Queenie). Pero su auténtico éxito llegaría ese mismo año con The artist, multipremiada cinta de Michel Hazanavicius que homenajeaba al cine mudo. Fiel compañero del actor en declive al que daba vida Jean Dujardin, Uggie se ganó el corazón de los espectadores con su interpretación, que le valió una Palm Dog (mención especial al mejor perro) en el Festival de Cannes de aquel año y la puesta en marcha de una campaña, Consider Uggie, para otorgarle un Óscar honorífico.

Reconocimiento

Tras alcanzar la cima de su carrera vendría un libro de memorias (Uggie, my story), la impresión de sus huellas en el Paseo de la Fama hollywoodiense y el nombramiento como portavoz de PETA, asociación de defensa de los animales, para animar a la gente a adoptar perros de los refugios.

Tras The artist, Uggie participó en la comedia En campaña todo vale, junto a Zach Galifianakis y Will Ferrell, la serie Key and Peele, en la que dio vida durante un capítulo a un perro racista, y la película para televisión Holiday road trip, último trabajo que figura en su ficha, en 2013, tras el cual se retiró debido a su avanzada edad.