Licenciado en Medicina, colaboró desde los años setenta como actor en el TEU de la Universidad de Valladolid, en el Corral de Comedias, en Teloncillo y en el Teatro Estable de Valladolid. A partir de 1986, ya en Corsario y abandonada su carrera de médico, inició una serie de montajes de raíz clásica y popular.

Sus últimas energías las dedicó al Festival de Teatro Clásico de Olmedo, al que consiguió situar en tan solo cinco años entre los más interesantes de su género en el panorama español. Precisamente su último montaje fue una gran puesta en escena de El caballero de Olmedo, de Lope de Vega, que estrenó el año pasado en este Festival.

Fernando Urdiales dirigió numerosos espectáculos de autores como Tennessee Williams, Lewis Carrol, Jardiel Poncela, Peter Handke, Luis Mateo Díez y, por supuesto, sus impecables clásicos con textos de Lope de Rueda, Calderón de la Barca, Lope de Vega, Sófocles, Shakespeare y Tirso de Molina, sin olvidar su reconocida labor como actor, desarrollada intensamente entre 1982 y 1993.

La calidad de su trabajo sobre las tablas le reportó varios galardones, entre ellos, el Premio Castilla y León de las Artes, que obtuvo en 2004 en reconocimiento a su proyección internacional y a la búsqueda de innovación teatral.

Fernando Urdiales será incinerado mañana lunes en el Tanatorio de San José de Valladolid.