El conserje creyó que podía ser de alguno de los inquilinos del edificio en el que trabaja, por lo que lo guardó hasta que encontrase a su propietario. Unos días después, se marchó tres semanas de vacaciones. Al regresar, Puentes supo a través de los medios de la desaparición del cuadro. Este domingo, decidió llevar a la policía el retrato, fechado en el siglo XIX y con un valor de entre 500.000 y 700.000 dólares (entre 381.650 y 534.310 euros).

El marchante que perdió el cuadro, James Carl Haggerty, afirmó haber perdido el cuadro "porque había bebido demasiado", después de habérselo enseñado a un potencial comprador en el Hotel Mark, a cinco manzanas del edificio donde Puentes trabaja desde hace 30 años. Ahora todo parece que encaja y que ambos dicen la verdad.

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