Como una clara declaración de intenciones, el libro recoge en su cita inicial palabras de Vargas Llosa: “En lo más hondo y secreto de la personalidad pervive aquella raíz, aquel punto de partida hecho de paisaje, memoria, lengua, familia, que, de pronto, se vuelve exigencia perentoria, una nostalgia que reclama sus fueros”. Así es, porque de la mano del autor y su mochila de nostalgia anidan en lo que leemos paisaje y memoria, lengua y familia…

El escritor Pedro Felipe Granados afirma en su prólogo que estamos ante una obra que puede leerse como un compendio de historia, pero también como un tratado mágico donde cabe el relato de lo que, al margen de lo real, pudo ocurrir tanto en los espacios íntimos del sueño y la imaginación como en las galerías del mito legendario.

Pero Clío también estuvo aquí no es solo un título, sino una de las afirmaciones que José González Núñez realiza acerca del territorio de la Axarquía almeriense, apoyado por los datos históricos, el testimonio de los viajeros que dejaron su huella y abrieron caminos en las tierras del Levante y las fábulas y leyendas transmitidas por un Cuentacuentos de memoria tan profunda como su imaginación para llegar a la verdad por la ficción. Esta aportación literaria, -la figura del Cuentacuentos-, permite deslindar los mundos de la historia y de la fábula, con lo que el lector se aleja de la posible confusión.

Más de veinticinco siglos

La urdimbre del tejido narrativo se ha elaborado básicamente con un centenar largo de textos literarios de otros tantos autores, en la libertad y atrevimiento que confieren los descargos, entre otros, de T.S. Eliot (“los poetas inmaduros imitan; los maduros roban”) o Francisco Umbral (“sólo robando de otro se aprende a escribir y por eso la literatura está entre los delitos comunes”).

El hecho es que ya desde las páginas primeras el lector se ubica en tiempo y espacio. Hace más de veinticinco siglos, el divino Zeus, informado por los navegantes griegos de la vida y riquezas de estas tierras, envió a su hija Clío, musa de la historia y la poesía épica, para cantar aquellas bellezas. Clío se instaló en Baria (Villaricos), la ciudad en la que ya disponía de un hermoso aposento la diosa fenicia Astarté, pero más tarde se trasladó a Macenas (Mojácar). Allí, entre la cala de Bordenares y la del Sombrerico, su mirada quedó fijada para siempre en un horizonte donde se puede leer, como en un poema homérico, la historia toda del Mediterráneo.

Camino al Cortijo del Fraile. Foto de Domingo Leiva.

La obra de González Núñez no habla de turistas, que solo llegan donde van, sino de viajeros, que solo van a donde llegan, no tanto por capricho como por pasión. Entre ellos hay quienes dejaron huella y quienes marcaron el camino, pero todos trataron de medirlo en profundidad de sentimientos, en nostalgias y en recuerdos.

Para completar la visión que el viajero actual pueda tener de este rincón del sureste peninsular, el libro incorpora un extenso vocabulario del habla de sus habitantes, imposible de olvidar por quien la ha escuchado, al decir de Juan Goytisolo. Son palabras que, como los árboles del camino, no tienen prisa, pero que no se deben perder para no perdernos nosotros.

Clío también estuvo aquí también muestra esos momentos únicos en los cuales se advierte algo que nos lleva fuera del tiempo. Se trata de las miradas fotográficas de Domingo Leiva y Rodrigo Valero. El primero es reconocido por el realismo imposible que impregna a sus imágenes y su adicción a la “hora azul”; la fotografía intimista de Valero nace de la necesidad de expresar emociones o rebeldías y se dirige a la búsqueda del alma humana y del espíritu de la tierra.

El viajero sorprendido

El viajero que sale a la búsqueda de algo se encuentra al llegar a la Axarquía de Almería no solo con cosas y lugares que no preveía, con lo inesperado, la sorpresa, sino también con un sentimiento de asombro difícil de explicar provocado por la indescifrable sencillez de la naturaleza. Eso fue lo que le ocurrió aquel día del otoño de 1929 al escritor británico Aldous Huxley cuando descubrió esta tierra fecundada por la luz y atravesó la puerta sin cerrar de su desierto, y a tantos otros caminantes que sintieron esa placentera turbación ante paisajes antes no imaginados, desde Jerónimo Münzer a José Ángel Valente.

“El encuentro con el Otro (los Otros y las Otras), afirma González Núñez, lleva al viajero al descubrimiento de las gentes de la Axarquía y su peculiar modo de ser y estar en el mundo, esos personajes que protagonizan los libros de Juan Goytisolo en sus viajes a las tierras almerienses (El Viaje, La Chanca, Campos de Níjar) y también de los lugareños de los que nos hablan Albert t’Serstevens, Luis Siret, Rafael Lorente y tantos otros escritores viajeros que, desde Clío, la musa de la historia, anduvieron por aquí”.

Si se rastrean los testimonios viajeros y los relatos de viaje a estas tierras uno puede encontrarse con distintos tipos de viajeros escritores: el narrador, que escribe durante el trayecto, presta especial atención al itinerario y a los detalles cotidianos y suele escribir en primera persona; el viajero relator, que suele ser el protagonista del libro y escribe en un tiempo distinto al del viaje (aun cuando anote todos los días hallazgos, descripciones y sorpresas), dando cuenta tanto de los usos y costumbres de los habitantes como del paisaje del lugar visitado; el viajero transcriptor, que escribe apoyándose en la información de otros más que en sus propias vivencias y recuerdos, y el viajero polifónico, que combina su experiencia con la recopilación de otros testimonios diversos y recurre con frecuencia a la intertextualidad, dando lugar a distintas voces narrativas y a varios puntos de vista.

Verdad y “verdad”

“No obstante, cuando uno se asoma al pasado es posible descubrir que nada de lo que sucedió tuvo que ocurrir de manera necesaria e inevitable. Las escenas que se dieron en nuestro teatro histórico pudieron haberse representado de otro modo. De ahí nuestra osadía en tratar de aligerar con algún ‘entremés fantástico’ las puntualidades de la veracidad histórica y su rectitud interpretativa, echando mano en algunas páginas del libro de la fabuladora imaginación del Cuentacuentos de la Axarquía, sin que haya propósito alguno de torcer el camino de la verdad, pues no hay engaño sino invención en sus relatos”. Como asegura José Manuel Caballero Bonald, “ninguna verdad es la misma dos veces”, y al decir de Juan Eduardo Zúñiga, es la fantasía la que permite “ampliar la mirada sin prescindir de la veracidad”.

Además, en un último quiebro y como ya queda apuntado, el texto permite acceder al vocabulario de la Axarquía almeriense, no tanto un repertorio lexicográfico confeccionado de acuerdo con un método riguroso y un estudio de la geografía lingüística, sino una recopilación espontánea, hecha al oído, de más de dos millares y medio de palabras desaparecidas o en riesgo de desaparecer, “algunas de ellas arrastradas por el indómito río del tiempo y otras hundidas en el lecho de la lengua general, pero que suenan mágicamente cuando se vuelve a escuchar su decir”.

Viaja el lector por la obra desde la idea, señalada por el propio autor, de que la ficción (aquello que no pasó, pero podía pasar) no es necesariamente lo contrario de la verdad, ni sinónimo de la mentira (lo que pasó al no pasar) y, en ciertas ocasiones, puede llegar a ser la forma más comprensible de la realidad o la manera más saludable de dar vida a la historia.

Embárquense pues en el camino. La apasionante Axarquía almeriense les hará sentir y sorprenderse y asombrarse: ¡Vivir!

El autor y su obra

José González Núñez es doctor en Farmacia por la UCM y colaborador habitual de hoyesarte.com. Es autor de un buen número de obras científicas y humanísticas, entre ellas La historia oculta de la humanidad, La farmacia en la historia, la historia de la farmacia y El médico, día a día.

En el ámbito narrativo ha publicado Ajuste de Cuentos, Viaje al Levante almeriense. La Axarquía, otras poesibilidades y Las sandalias aladas de Hermes (libros para viajar, lecturas para mundar), así como relatos de diferente tipo en distintos medios, entre los que se encuentra Aventuras de Dinias el Apista, El otro Paradiso y Cuando el corazón es un ciervo fatigado.

Actualmente trabaja en distintos proyectos tanto en el ámbito del microrrelato como de la narración breve.

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Clío también estuvo aquí

Literatura de viajes y viajeros por la Axarquía almeriense

José González Núñez

Fotografías de Domingo Leiva y Rodrigo Valero

Arráez Editores con la colaboración de hoyesarte.com

304 páginas