El control de información por parte de los gobiernos a través de empresas privadas, de eso trata MAYA, el tercer disco de la artista ahora residente en Los Ángeles. Habla de Twitter, del iPhone y de otras herramientas de comunicación global de las que ella sospecha que son instrumentos de control político, y lo hace con estilo. Porque M.I.A. es la tía con más estilo que ha dado la música en la última década.

«Que le jodan a Google, pregúntame a mí«

M.I.A. mantiene una actitud contestataria persistente. Es el resultado de ser hija de un guerrillero Tamil de Sri Lanka y de haber vivido la persecución sistemática por el hecho de pertenecer a una etnia diferente a la de la mayoría de la población de la isla. Ella nació en Londres, pero creció y vivió su infancia en Sri Lanka e India, hasta que su madre consiguió volver al Reino Unido con sus hijos bajo el estatus de refugiados políticos, mientras el padre, Arular, se quedó en Sri Lanka luchando.

Canciones como Born Free transmiten esa sensación de rebeldía, con espíritu punk y un mensaje rotundo que dice «aquí estoy yo, nací libre y voy a hacer todo lo posible por vivir libre». El vÍdeo que acompaña la canción retrata la estupidez y lo absurdo de las discriminaciones además de la brutalidad humana. Dirigido por Romain Gavras, se ha prohibido en multitud de canales de televisión e Internet.

M.I.A, Born Free from ROMAIN-GAVRAS on Vimeo.

En otras canciones como XXXO ironiza tanto verbal como musicalmente sobre lo que la industria musical quiere que ella sea. Su vídeo Sunshowers sigue censurado en la MTV debido a las referencias a la Organización para la Liberación de Palestina. Pero a ellos, lo que les gustaría es que M.I.A. fuese un producto femenino más, que derrochase sensualidad en canciones vacías de contenido. También hay recados para su nuevo país de adopción, Estados Unidos: “me dijeron que este era un país libre, y me siento como en una fabrica de pollos”.

Y se implica con el trato que se le da a su país de origen; «cuando buscas Sri Lanka en Google, solo encuentras ofertas turísticas y por ningún lado se menciona nada de la guerra civil o los graves problemas que viven allí». Y, además, todavía tiene para las formas de control que, en nombre de la seguridad, recortan libertades sociales. M.I.A. es algo así como la heredera de las doctrinas sociopolíticas de Marcuse y Chomsky, pero con una actitud rapper y punk al mismo tiempo.

Dubstep, actitud y arte visual

A pesar de que MAYA suena en la misma línea de sus anteriores trabajos, se puede afirmar que es un disco más pausado, que suena algo más industrial y que, como era de esperar, tiene una gran influencia del dubstep, ese género ya tan popular. Canciones como It iz what it iz, It takes a muscle, Tell me why, o Space, suenan con un tempo pausado, pero llenas de interesantes detalles sonoros. Sin embargo, también hay canciones potentes, como el single Born Free o la explosiva Meds and Feds. En el micro, ella canta, rapea y hace lo que se proponga.

A todo ello hay que sumarle el estilo antes mencionado, el cual está estrechamente ligado a su forma de vestir y hablar, y a su creación artística por medio del video. M.I.A. tiene una gran influencia del arte visual de los 90; los colores llamativos, la combinación de la ropa ancha con la ajustada, extrapolar símbolos y personalidades a contextos insospechados, plagar de mensajes subliminales sus videoclips. Todo ello forma parte de ella y de su personaje. A veces puede parecer cutre o carente de gusto, pero en realidad hay un trabajo y una originalidad admirable, pues todos los elementos conjugan a la perfección.

Sus conciertos se pueden resumir en una palabra: actitud. En el escenario hay pantallas por todas partes con proyecciones, una dj subida a una tarima enorme, una tarima algo más pequeña donde M.I.A. se sube de vez en cuando a trastear con algunos aparatos musicales. Y, por supuesto, ella está al micrófono. Chute de adrenalina. Yendo de lado a lado, bailando sin parar, con la compañía de Rye Rye (otra cantante a tener en cuenta), tres coristas vestidas con una especie de burka «muy fashion» y con la aparición irregular de algunos bailarines frenéticos que salen a revolucionar el show.

Es un espectáculo impactante que obedece a la máxima punk -extrapolada al siglo XXI- que afirma que no es necesario ser un virtuoso del instrumento para montar un buen espectáculo y si tienes algo que decir. M.I.A. es un torbellino, una bomba antisistema vestida hortera, una tigresa Tamil de Sri Lanka que te hará bailar a muerte. El 6 de diciembre en Madrid y el 7 en Barcelona.